Los "commons" , la tragedia de los comunes y la de los anticomunes(I)


De nuevo: las ventajas de estar lesionado es que te permite leer, y pasar el día sólo, permite pensar. Qué mejor manera pues de, en plan Kant radical, intentar pensar un poco ampliado y aprovechar para revisar los típicos ensayos que siempre querías leer pero no tenías ni tiempo ni cabeza para terminarlos.... y así estamos, revisando la cuestión de la génesis del nacionalismo y las revoluciones, las novedades del nextsystem.org, las newsletters del centro Hannah Arendt, o un ensaño sobre los "Commons" como alterantiva al capitalismo.


De todos, éste es último  tema es el que me tiene más entretenido, y hoy, precísamente cuando nos enteramos que Estados Unidos ha querido oficialmente acabar con la neutralidad oficial de la red (no seamos ingénuos, la red ya no era neutral en origen sino que su neutralidad iba por bárrios, es decír, era geográfica. Ahora ya ni eso), me parece buena idea retomar la cuestión de los comunes, porque es precisamente esa neutralidad de la red la que ha permitido entre otras cosas la generación del movimiento Creative Commons y porque en realidad tiene que ver con un proceso de nueva "enclosure" (las "enclosures" o cerramientos fue el proceso de expropiación violenta de las tierras comunes y a pequeños propietarios por parte de los terratenientes en Reino Unido, que generó, entre otras cosas, que un gran contingente de población pasara a ser mano de obra barata) como el que hubo ya desde el sXVII y que denunció entre otros Marx.

A este movimiento interesado en poner barreras y generar no riquezas sino rentas en la llamada sociedad de conocimiento -por tanto de lo que se trata es de poner barreras al conocimiento-, pertenece la tendencia por patentar todo lo posible con las consecuencias que luego veremos. 

Por hacer una analogía con las antiguas enclosures, este proceso de fin de neutralidad de la red estaría dentro de  un intento del cercamiento  del "conocimiento" ya en su versión de acceso, ya en su versión de difusión. Esto implicaría poner un primer en riesgo proyectos como la Wikipedia, Firefox o Linux, herramientas que permiten el acceso a la sociedad de la información en países dónde, de otra forma y con las patentes tracidionales, pero más allá de estos primeros resultados, lo cierto es que las iniciativas señaladas demostraban que una alternativa al capitalismo tradicional y al pensamiento neoliberal es posible y viable, y, supongo, esta posibilidad se hace más difícil sin una red neutral. 

El tema es complejo y sutil, requerirán más post porque uno no es suficiente para explicar la problemática de los llamados bienes comunes, y cómo su gestión correcta, podría llevar a una revolución, que de hecho ya habría empezado.(Algunos dirán que como preveía Marx, aunque yo no soy en absoluto partidario de los determinismos históricos) 

¿Pero qué son los comunes? Fiel a lo que debe ser este blog, acudo a la wikipedia, dónde aparece una definición amplia. 
"Por los comunes o “el procomún” o bien comunal se entiende aquellos bienes, factores productivos o recursos, procesos o cosas (ya sean materiales o de carácter intangible) cuyo beneficio, posesión o derechos de explotación pertenecen a un grupo o a una comunidad determinada"
 Es una definición amplia, en la que podréis encontrar muchas teorías, las de Elinor Ostrom,  y más recientemente Antonio Negri que junto a Michael Hardt escriben Commonwealth (os lo recomiendo) , o Christian Laval que con con Pierre Dardot han escrito Communs, Essai sur la révolution au XXIe siècle (La Découverte, 2014), que es el que estoy leyendo ahora mismo, y que tiene el acierto de provocar con propuestas políticas concretas. 

La existencia de "bienes comunes" no es desconocida, sino que está en la raiz de muchas de nuestras instituciones, desde los montes comunales gallegos, las cañadas, a la wikipedia. YA en derecho romano existían categorías de bienes inapropiables como el aire, el mar, etc, como también bienes sin dueño.  En realidad uno de los enfoques precísamente habla de que cualquier bien puede ser común porque en realidad, y esto sería lo interesante, su característica de común la determina su forma de explotación. Así Ostrom indica que un bien o servicio se podría configurar como común si cumpliera los requisitos institucionales, y que lejos de establecer una necesaria atribución estatal, defiende que un bien puede ser común y autogestionado por la comunidad. Esto significa que entre un modelo de propiedad estatal y un modelo de propiedad privada, habría un modelo intermedio que sería el modelo de gestión común o autogestión comunitaria (el ejemplo de la wikipedia está ahí). Si os suena a Proudhoum, es que váis en dirección correcta.

La llamada Tragedia de los Comunes 

Como podéis imaginar, frente a estas teorías surgen críticas. La vida sería aburrida sin debates. Una de las más efectivas se llama "la tragedia de los comunes" de Hardin, que se basa en una aplicación del dilema del prisionero a los comunes agrarios. Hardin nos pide que imaginemos un prado común explotado por un número indetermiando de pastores -ténganse en cuenta que hay una gran influencia de Malthus y su miedo a la superpoblación-.  Cada pastor tiene un número x de vacas Los pastores se dan cuenta de que a pesar de ese uso, queda suficiente pasto y se van haciendo con más animales. Pero hay un momento en que  digamos no hay pan para tantas bocas, y el prado no puede proveer suficiente alimento para los animales, de forma que "todos perecen debido al agotamiento o sobre explotación del recurso". Si en lugar de pensar en un prado, pensamos en, por ejemplo los Océanos, o el espacio aéreo veremos la actualidad del dilema. 

Obviamente hay un truco en este cuento: en primer lugar la utilización del dilema: El dilema del prisionero implica necesariamente la falta de comunicación entre los dos prisioneros, es , y por tanto, desecha la posibidad de la existencia de una estrategia común de gestión y niega la posibilidad de autogestión cuando lo cierto es que, como demuestra Ostrom, la gestion comunal siempre está regida por instituciones, usos y costrumbres. También olvida, como ejemplo podemos poner una mina, que el hecho de que la gestión de un determinado bien se lleve desde el punto de vista privado no tiene que ver para que, si este bien es limitado, aquella explotación privada pueda también agotarse, o, en contra, producir por debajo de las necesidades de abastecimiento para provocar un alza en los precios sin relación con los costes de producción (como en el mercado eléctrico) 

La Tragedia de los Anticomunes:  

La anterior teoría generó mucha controversia, y se puede encontrar en el fondo en mucha de la fundamentación ideológica que prioriza la gestión privada,  en monopolio u oligopolio, frente a la pública o a la común. La teoría de que la explotación en comunidad es intrínsecamente mala está también en la base de las nuevas "enclosures", es decir las limitaciones de acceso a bienes y servicios, como por ejemplo las patentes, los copyrights, o las limitaciones en los suministros como la falta de neutralidad en la Red. 

Frente a ellas hay una seria de nuevas teorías y propuestas, que con la etiqueta commons, iré explicando poco a poco en el blog. Una de las más interesantes es la que cito, y que se resume en la Tragedia de los Anticomunes, cuyo impulsor es Michael Heller, Heller, a propósito de un trabajo sobre las patentes en la industria farmacéutica, se pregunta si pueden las patentes detener la investigación. Sostiene que entornos como el biomédico en que la proliferación de patentes llega a ser agobiante, esta barrera de acceso, puede ser contraproducente de cara a producir avances científicos al ser forzados los investigadores a no poder explorar con todos los recursos  a su alcance porque hay demasiados dueños de los materiales que constituyen su utilización que se bloquean mutuamente. Pensemos por ejemplo en las patentes sobre seres vivos o sobre bacterias, sobre secuencias de genoma....poder acceder a estos recursos necesarios para la investigación puede ser un verdadero problema,o en los recientes casos de aumentos muy por encima de los costes para medicinas indispensables. 

El ejemplo no se queda en la biomedicina, sino que va más allá, hay toda una literatura referida a los efectos de la introducción de semillas modificadas de Monsanto y sus efectos posteriores, así como la proliferación de patentes absurdas o que no tienen mayor sentido, y cuya única razón de ser radica en establecer derechos a futuro, es decir, la posibilidad de entablar una demanda a otra empresa que, efectivamente haya o pretenda desarrollarse en un campo concreto . 

El tema de los espacios comunes , como véis es complejo, pero muy interesante, y, de plena actualidad. Desde luego de más actualidad que el dilema de banderas. 


Tengan cuidado ahí fuera. 



Comentarios

Jesús García ha dicho que…
Buen inicio para un estupendo debate.

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