Que es la Gentrificación? Lógicas de expulsión


Qué es la Gentrificación ?


Gentrificación” hace referencia al resultado de un proceso por el que un barrio deprimido y abandonado tras recibir inversión para su rehabilitación y puesta en valor. Esta mejora en la calidad de vida del espacio tiene como efecto incrementar el precio del capital inmobiliario -edificios, bajos- y afecta tanto al existente como a nuevas edificaciones. Se sube así el coste de la vivienda tanto de alquiler como en propiedad.

En una segunda fase, esta mejora en la habitabilidad, y por tanto en la calidad de vida atrae a nuevos grupos poblacionales que entran en competencia con los que ya vivían en la zona por los recursos existentes y contribuyen al aumento de precio. Al asentarse y competir, estos nuevos grupos de población traen nuevos hábitos de consumo que a la larga terminan por encarecer el coste de la vida en general. 

Las fases por las que se produce el fenómeno serían la de abandono, la inversión, la de repoblación por clase media alta, y por último la de revitalización económica y elevación del coste de vida. El efecto final de todo este proceso es la expulsión de los antiguos moradores y comercios, que se produce, entre otras, por al menos estas vías:

  1. Aquellos que podían mantenerse en régimen de alquiler en el entorno de un barrio deprimido, no pueden hacer frente al incremento del coste de la vida y terminan abandonando,
  2. Aquellos que eran propietarios sufren acoso inmobiliario o al morir, sus herederos venden sus casas,
  3. Aquellos comerciantes que se habían especializado en bienes y servicios para antiguos moradores ven su cartera de clientes desaparecer y aumentar el coste de apertura y mantenimiento del local por la renta, por lo que se ven obligados al cierre.
  4. La falta de comercio tradicional y la desaparición paulatina de sus redes hace que los pobladores que queden también vean cambios que les hagan inhóspito su lugar de residencia. Estos fenómenos se retroalimentan.

Fue Ruth Glass, la primera en aplicarlo para explicar los cambios que se estaban produciendo en Londres en los años 60 en barrios obreros. Los gentris (término que tiene origen en el latino Gens) se usaba para referirse a los terratenientes -familia de la nobleza- que no habían heredado título, pero sí riqueza, y en el que luego se incluyó a alta burguesía: sin título y con riqueza.Lo que percibe Glass es que el barrio obrero tradicional y pero bien situado empieza a recibir inversión, fundamentalmente privada, que provoca un alza de precios y una posterior expulsión de los antiguos moradores.

Cómo se produce ?


La gentrificación comienza cuando un grupo de personas o empresas de un cierto nivel económico descubren un barrio de gente pobre que, a pesar de estar degradado y depreciado comercialmente, ofrece una buena relación entre calidad y precio y sus posibilidades de desarrollo. Deciden instalarse en él, aprovechando las oportunidades y precios muy bajos. Es clave pues tener en cuenta que el barrio, aunque depreciado, tiene un potencial de crecimiento evidente.

Los defensores de estos procesos se centran en que las zonas deterioradas sí necesitan mejorarse y necesitan inversión, básicamente por sus características.

Como decíamos, no cualquier zona es susceptible de sufrir un proceso de este tipo. Hablamos de zonas muy bien localizadas, con una buena accesibilidad, y en la mayoría de los casos con un patrimonio urbanístico de gran valor, lo que determina que exista un potencial de crecimiento sin usar, desaprovechado.

Esta situación de deterioro viene dada por la falta de mantenimiento y deterioro de centros históricos. No se trata de un ciclo natural, sino de un abandono político, o mejor dicho, de la decisión política del abandono de inversiones en determinadas zonas que conlleva su deterioro.

Por ejemplo, en los 80 se potencian espacios residenciales a las afueras, en una especie de movimiento centrífugo que cambió el foco político y generó espacios deprimidos en el centro.

Así sus defensores hablan de “gentrificación positivaen el sentido de que el fenómeno viene a corregir aquel abandono del que hablábamos en la protección pública de la zona, por lo que la reinversión en la zona deteriorada va a revalorizar no sólo los inmuebles adyacentes sino el resto del barrio.

Pero lo cierto es que el efecto principal del ciclo de abandono y posterior reinversión provoca el desplazamiento de los más vulnerables. El capitalista privado tiene como meta la maximización de su beneficio, por lo que no está interesado en que su inversión redunde en las necesidades de las personas que están ahí. Su misión es maximizar su beneficio.

Por eso es muy difícil que el sector privado, sin control público, consiga que esas inversiones vayan a mejorar la vida de las personas que habitan el lugar, o la ciudad en general. Las personas son accesorias en su planteamiento. Además las inversiones privadas tienden no a reforzar el carácter del espacio público, sino a transformar el espacio público en privado para generar negocio (tiendas, comercios, centros comerciales, etc).

Hay otra corriente que defiende la gentrificación porque estima que a través de la llegada de esos nuevos habitantes de mayor poder adquisitivo se puede obtener una mejor y mayor mezcla social; que esta mezcla sería preferible a la separación en barrios monocolor, porque contribuiría a una mayor interconexión entre los diferentes. Siendo aceptable el supuesto de la necesidad de cohesión vía convivencia de los distintos, esto no termina ocurriendo así.La población económicamente más vulnerable no va a poder resistir este efecto.

De esta forma el efecto que se crea es el de excluir espacios públicos para reservarlos a una determinada población en función de su capacidad adquisitiva, a la vez que se envía a la población desplazada a periferias que en ocasiones devienen en guetos, lo que motiva que las diferencias sociales se acrecientan y enquisten, y termina por dinamitar el espacio público. Estos procesos de cerramiento de lo común (ya denunciados por Marx) son habituales manifestaciones del modelo de ciudad neoliberal.

Además, este desplazamiento genera otros problemas que incrementan la vulnerabilidad de los desplazados: desde la distancia al trabajo o escuela (y los problemas añadidos de movilidad) hasta la atención de niños y dependientes cuando, precisamente por causa de esos desplazamientos, se amplía el tiempo de ausencia del hogar.

El papel del poder público debe ser fundamental

Las autoridades tienen que ser conscientes de su papel de redistribución de la riqueza y de los efectos que estos procesos generan. Si lo público no procede de forma rigurosa ordenando las inversiones, la planificación, etc, es poco probable que este tipo de fenómenos se paren. En el fondo el lo que ocurre hace referencia a una lucha de clases, en el sentido de que se fuerza al desplazamiento de clases desfavorecidas en favor de una clase económicamente más fuerte en el seno de la ciudad neoliberal.

Este es el motivo por el que las organizaciones de vecinos defienden el derecho al arraigo, que protege a la población desfavorecida frente a las presiones que encuentra para vender y marcharse, en base a que  no es justo abandonar a los más vulnerables a la presión del mercado para abandonar sus redes sociales, sus apoyos, sus casas por necesidad (La mayoría de las clases populares genera sus redes en un espacio cercano a su propia vivienda, mientras para aquellas con mayores ingresos, la cercanía geográfica no es un valor relevante.)

En fin este desplazamiento acaba generando segregación de barrios en función del poder adquisitivo, lo que acaba por sumarse a la trampa de la pobreza y ser otro más de los factores que impiden la movilidad social.

En Madrid


El primer ejemplo de gentrificación que podemos encontrar abarcaría los procesos inmobiliarios que acontecieron en Barcelona con ocasión de la celebración de las  Olimpiadas.

En Madrid el primer barrio gentrificado fue el de Chueca, que pasó de ser un barrio deprimido, a ser una de las zonas más caras de la ciudad. Igual suerte sufrió el barrio de Malasaña, dónde empiezan los primeros movimientos en contra estos procesos. El punto de mira ahora está puesto en Lavapiés.

En todos los casos el proceso culmina con la creación de un Barrio-Marca, en el que el espíritu del barrio se transforma en una etiqueta más del marketing, y una transformación del tejido del barrio y de sus habitantes, de sus aspiraciones y necesidades, (que hace, por ejemplo, que la pescadería de barrio acabe convertida en una pastelería vegana para perros).

La transformación de Malasaña ha sido muy rápida, pero para muchos no ha sido en absoluto un proceso natural, sino un proceso histórico,material, con protagonistas concretos: Tras lo vivido en Chueca un grupo de empresarios formaron acotaron una zona adyacente, un triángulo que pasaron a denominar TRIBAL. Esta asociación de empresarios compró decenas de locales en la zona, entre ellos muchos prostíbulos, y los convirtió en tiendas de moda. Detrás de Tribal aparecían cientos de empresas especializadas el la construcción y gestión de capital urbano.

También surgen los primeros movimientos sociales que por primera vez en España ponen nombre al proceso y a sus efectos negativos (la especulación, el encarecimiento y la limpieza social) y empiezan a denunciarlo como un proceso que violenta a los vecinos.

El siguiente objetivo es Lavapiés, que de momento resiste sobre todo gracias al tejido social y asociativo creado en el barrio aunque el hecho de que tenga este carácter político puede también ser un peligro, por lo que contribuye a la etiqueta de barrio-marca.

Como todo conflicto social, los procesos de gentrificación generan micro violencias defensivas. Así los grupos anti gentrificación empiezan a culpar a los supuestos agentes gentrificadores identificados en grupos sociales como hipsters, gays y turistas del proceso, olvidando que en realidad cualquier nuevo vecino puede ser un agente (quizá la mejor manera de evitarlo sea ser consciente.)

Una de las claves que más ha abierto debate en este sentido es la relación de la industria turística y los procesos de gentrificación, a través del auge de los llamados pisos turísticos.

De hecho uno de los principales problemas no es la sustitución de población por otra población, sino la sustitución de población por turistas («ciudades museo» o «ciudades zoo»). En este sentido los hoteles no serían tan problemáticos porque en realidad generan puestos de trabajo y pagan impuestos, generando beneficios sociales no visibles en el caso de los apartamentos.

Las lógicas de expulsión del espacio público neoliberales



La importancia del concepto ciudad


Las calles y el espacio público se definían por su función como el lugar geográfico multiusos en el que la ciudadanía se encontraba, jugaba, trabajaba, etc. Era el espacio de la diversidad de actividades y encuentro de los vecinos. Hoy en día se pretende que la única función que cumpla la calle es la de ser soporte al transporte privado.

Nuestro concepto de ciudad proviene directamente del pensamiento griego. Los griegos definían la polis como una comunidad política constituida por ciudadanos que, por su ciudadanía, tenían una relación compuesta derechos y deberes frente a la ciudad. Esta relación se construía en el ágora, el espacio público, y tenía como fin del “bien vivir” (Aristóteles).

Por tanto estas tres ideas (comunidad  política, ágora y ciudadanía) son indisolubles, y es desde este punto de vista que Lefebvre (La producción del Espacio) plantea el derecho a la Ciudad como elemento fundamental del Zoon Politikón.   

La ciudad neoliberal


La ciudad desde el punto de vista neoliberal viene a modificar sustancialmente este concepto haciendo que las relaciones sociales e interpersonales pierdan peso en relación con el consumo y la apropiación (de ciudadanos a consumidores).

Así la ciudad neoliberal genera restricciones a derechos y libertades ciudadanas por la vía del mercado: la población no tiene derecho a vivienda sino que paga por ella, no tiene derecho al agua, sino que paga por ella. La propiedad es la barrera y quien no tiene capacidad económica no tiene derechos.

La ciudad Neoliberal rompe así el concepto de comunidad política producida por los ciudadanos a través de sus derechos y deberes al dificultar e impedir la tríada de:

  • Polis -autogobierno-
  • Ayuntamiento o urbs -lugar común donde se encuentran los distintos- y
  • Civitas -construcción social del espacio y pensamiento cívico-.

Los fenómenos de gentrificación, así,  no son fenómenos aislados sino que se encuentran insertos en  las lógicas de la globalización neoliberal. A medida que se expande la globalización económica, aumenta el número de “ciudades globales”, lo que genera el conflicto. La globalización que está dominada por las fuerzas agrupadas de las finanzas digitalizadas y virtuales,     irrumpe así en la ciudad materializando el conflicto.

La ciudad global neoliberal se materializa para implantar una cultura globalizada y estandarizada, generando un conflicto global-local.  La lógica de las migraciones que esta globalización introduce crea nuevos espacios interculturales que, al fin, tienen en común la cultura estandarizada dada, en detrimento de la originalidad.

Las lógicas de exclusión


Uno de los cambios fundamentales de esta modernidad global consiste en que hemos abandonado un sistema político económico que incluía al máximo número de personas: como consumidores y eventualmente como trabajadores. El consumo en masa era su forma de crear plusvalía: se produce en masa vivienda, coches... lo que requiere un consumidor acrítico.

Pasamos ahora a un sistema dominado por la lógica de la expulsión del mercado. Esto es posible porque la financiación o mejor dicho la financiarización de cada vez más y más sectores logra que por la vía de la economía virtual financiera se puedan crear enormes plusvalías sin requerir de consumos en masa.

Esto implica, sencillamente, que la gente ya no es necesaria (Saskia Sassen, Expulsión).

Los nuevos neoliberales vuelven a llenar de contenido la categoría humanitaria de los desplazados, que  es la que más está creciendo, no sólo a nivel internacional, sino dentro de las ciudades con procesos como la gentrificación, pero hay más ejemplos.(por ejemplo, cuando China compra tres millones de hectáreas para la producción de palma en Zambia no sólo provoca una extinción de fauna y flora de sus lugares originales, sino también una expulsión de pequeños agricultores y de pueblos enteros, o , los Estados Unidos mantienen a 7 millones de personas en cárceles, siendo la gran mayoría no criminales sino socialmente expulsados. Así la prisión, que está privatizada en USA, se convierte en un medio por el que cada preso adicional genera beneficio a la empresa. Cada sistema genera sus propias vías de expulsión.)

Los procesos de gentrificación hacen visible este conflicto entre las lógicas de expulsión neoliberales y los ciudadanos que habían generado el espacio público.


 
La expulsión de los ciudadanos no es inane. Termina destruyendo el concepto mismo de ciudad, y con ello, minando gravemente el concepto de ciudadanía. La destrucción de las redes sociales clásicas, el aislamiento y la consiguiente incapacidad para la acción política fueron ya descritos por autores como Arendt como los semillas de los regímenes totalitarios y podrían explicar el auge de los movimientos populistas.

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